Los implantes dentales son pequeños elementos cilíndricos de titanio, que se instalan en el hueso gracias a una pequeña intervención quirúrgica. Estos implantes dentales operan como raíces de los nuevos dientes. Sobre los implantes dentales se colocan las coronas, que serán la parte visible.

Existen muy pocas contraindicaciones absolutas, entre las que podemos destacar enfermedades graves que influyan en el metabolismo del hueso, infecciones específicas, tumores malignos que afecten al hueso, o radioterapia en grandes dosis. Es importante decir que los implantes no provocan rechazo en el organismo, tan solo puede ocurrir que fracase la oseointegración ( se estima normal un nivel de fracasos del 2% de los implantes colocados). Aquí entra en juego la pericia del cirujano, aunque también hay que considerar que hay casos más comprometidos que otros. Cuando un implante fracasa puede y debe volver a colocarse otro para sustituirlo.

Las intervenciones quirúrgicas son intervenciones ambulatorias, esto quiere decir que no es preciso ingresar en una clínica sino que la intervención se lleva a cabo en la consulta dental, siempre que dicha consulta esté equipada con el material necesario para realizar cirugía

Los implantes se pueden colocar en los jóvenes una vez completado el desarrollo, normalmente a partir de los dieciséis años en las mujeres y dieciocho en los hombres. En los adultos no existe contraindicación en razón de la edad.